¿Cómo podemos comparar de manera valida las experiencias de desarrollo de América Latina y África para que cada región pueda aprender efectivamente de la otra? Responder a estas preguntas fue la tarea que nos planteamos los socios de ELLA en los talleres de Investigación y Evidencia Comparativa realizados en Bogotá (Colombia) y Accra (Ghana) en diciembre del año pasado.
Durante el 2015, los centros de investigación de América Latina y África investigaron, en su región, los temas de informalidad, derechos colectivos de tenencia de la tierra, valor agregado del petróleo y el gas, delincuencia, violencia entre parejas y sistemas de rendición de cuentas. Pero fue en estos talleres que tuvieron la difícil, pero enriquecedora, tarea de comparar estas experiencias e identificar: ¿qué aspectos son similares entre América Latina y África, qué es diferente y por qué?
Desde la primera fase de ELLA aprendimos la importancia de tener evidencia rigurosa de ambos continentes para facilitar un aprendizaje efectivo de lecciones a nivel interregional. Por lo tanto, ELLA2 se diseñó para reunir evidencias de cada región en torno a una pregunta de investigación común (véanse los documentos de diseño y metodología de ELLA), y elaborar Documentos de Evidencia Regional (actualmente en edición) antes de proceder con la comparación interregional y la producción de Documentos de Evidencia Comparativa.
Antes de asistir a los talleres, los centros de investigación circularon versiones preliminares de sus documentos regionales de evidencias y elaboraron, en conjunto, breves notas comparativas como un primer intento de comparación interregional. Pero fueron los talleres (basados en los métodos de concordancia y diferencia de Mills) los que crearon el marco para una efectiva coordinación presencial entre los investigadores de América Latina y África.
Los equipos de investigación se preguntaban sin: ¿fueron los resultados (variables dependientes) de la pregunta de investigación similares pero los factores explicativos (variables independientes) diferentes (método de concordancia)? O, por el contrario, ¿los resultados fueron diferentes pero los factores explicativos similares (método de diferencia)? O incluso, ¿tanto los resultados como los factores explicativos fueron diferentes (en cuyo caso, se utiliza el trazo de procesos causales)? En cada caso, los investigadores identificaron las variables claves que conducen a los resultados estudiados. Se espera que estas sean variables en las cuales se pueda influir para generar cambios en las políticas y las prácticas.
Los resultados fueron fascinantes; tres días de contacto cara a cara permitieron a los equipos profundizar su conocimiento sobre el documento regional de sus colegas, hacer comparaciones, identificar la historia en común e identificar las variables claves que generan resultados. Los seis equipos se encontraron en tres de los cuatro casilleros del recuadro (con excepción del casillero «similar-similar»).
Los equipos desarrollaron sólidos marcos de trabajo. Estos son algunos ejemplos a manera de resumen:
- Colombia y Sudáfrica tienen muchas características económicas en común, entre estas la desigualdad, pero difieren en cuanto a sus mercados laborales: Colombia tiene un sector informal mucho más grande y Sudáfrica mucho más desempleo. Una comparación entre estos países revela la heterogeneidad de la informalidad y la diversa combinación de cambios políticos necesarios para promover un crecimiento más inclusivo en estos países.
- Los sistemas productivos pastoralistas están en peligro tanto en el altiplano andino como en la sabana de África Oriental. Una comparación entre estas regiones muestra la variación en los factores en juego en ambas regiones, pero además permite identificar qué políticas específicas sobre derechos colectivos de acceso a la tierra son el principal factor que determina los cambios. Permite también identificar las opciones de medios de vida ecológicamente sostenibles para comunidades pastoralistass vulnerables.
- En la última década, se han promulgado leyes sobre violencia familiar en muchos países de América Latina y África. Sin embargo, una comparación interregional —que incluye un estudio detallado de Ghana y México— señala que en América Latina, por motivos institucionales, financieros y de la sociedad, las acciones han ido mucho más allá y han sido más integrales en cuanto a proporcionar servicios de protección a los sobrevivientes,
Cada par de investigación salió del taller con la estructura de la comparación y está elaborando un Documento de Evidencias Comparativa que recoge las evidencias que exploran y enriquecen estas historias. Todos coincidieron en que los talleres fueron una magnífica oportunidad para avanzar en la investigación comparativa.
Los Documentos de Evidencia Regional, los Documentos de Evidencia Comparativa y otros materiales serán la base para implementar seis Alianzas de Aprendizaje a mediados de 2016. La información sobre estas alianzas se dará a conocer en marzo.
Mark Lewis, director del programa ELLA